miércoles, 20 de marzo de 2013

Devocional para Mujeres Cristianas

Devocional para Mujeres Cristianas
Debemos regresar a vivir en la presencia de Dios y a depender de sus promesas y su provisión.
“Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes.Al contrario, nos da poder para amar a los demás y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.” 2 Timoteo 1:7 (BLS) ¿Te has dado cuenta de cómo los comerciales de la televisión mezclan suficiente información con su producto para hacerlo creíble? Aunque a eso se le llama publicidad falsa, el producto parece convincente.
No es hasta que compramos el producto y este falla que el fraude queda al descubierto.
De la misma manera Satanás se especializa en publicidad falsa. Él es bueno en hacer que nuestros temores parezcan verdaderos cuando en realidad no lo son.
¿Significa eso que todos los temores son equivocados? No. El temor de estar parados en una montaña alta nos protege de acercarnos mucho al borde, perder el equilibrio y caernos. Por otro lado, los fantasmas de Satanás están llenos de engaños.
Usualmente nos incapacitan y nos impiden progresar. Este tipo de publicidad falsa puede ahogar nuestra fe y aumentar nuestros temores. ¿Alguna vez te has preguntado dónde comenzó nuestras luchas entre la fe y el temor? Yo si lo he hecho. De acuerdo al autor y maestro Marlon Smith, el temor entró en la raza humana mediante una mentira satánica.
El Edén fue el primer lugar donde la serpiente engañó a Eva al distorsionar la palabra de Dios. El Señor le dijo a Adán: “Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás,” (Génesis 2:16-17). Si él o Eva comían de ese árbol, sin dudas morirían espiritualmente. Eva no solamente comió del árbol del fruto prohibido sino que también le ofreció a Adán y él lo comió también.
Tan pronto como Adán desobedeció a Dios, la relación entre ellos cambió. Adán no solo sintió temor sino que dudó de la autoridad de Dios, de su amistad y de su provisión. La mentira de Satanás le dijo a Adán que él no necesitaba de Dios. De hecho Adán fue persuadido de que podía ser su propio Dios, autosuficiente en todas las cosas.
Lo mismo nos puede suceder a ti y a mí. Algunas veces tú y yo vivimos independientes de la presencia de Dios. Actuamos como si todo dependiera de nosotros. No nos atreveríamos a reconocer que estamos perdidos. Queremos dar la impresión de tener el control. Pero Dios nunca quiso que fuéramos por nuestra propia fuerza. Fuimos diseñados para mostrar su fortaleza en nuestras debilidades, mientras que él provee para nuestras necesidades. Fuimos creados para vivir como niños pequeños, dependientes del cuidado de nuestro Padre celestial.
Las veces en que insistimos en vivir nuestras vidas a nuestra manera, con nuestra propia fuerza, experimentaremos los mismos resultados de Adán y Eva. Viviremos con temor. Y es allí donde Satanás quiere que nos quedemos.
Si tenemos miedo de probar algo, entonces nunca lo haremos. Si el enemigo puede tenernos aguantados por el temor, no podremos desarrollar nuestro potencial ni marcar la diferencia en la vida de otra persona. Satanás sabe de lo que somos capaces en Cristo. Él nos envenena con temor para impedir que entendamos eso.
La verdad es que a lo que le tememos, casi nunca pasa. Este tipo de temor que se alimenta con las mentiras de Satanás puede describirse como evidencia falsa que parece real.
No se trata de que no nos preocupen ciertos aspectos de la vida como la seguridad y la salud. Pero cuando la preocupación se apodera de nosotros y nos mantiene despiertos toda la noche y cabizbajos durante el día, nos hemos mudado a un lugar donde nunca se suponía que viviéramos.
Debemos regresar a vivir en la presencia de Dios y a depender de sus promesas y su provisión. Solo entonces podremos distinguir entre la verdad y la mentira. Solo entonces nuestras vidas se caracterizarán por la fe y no por el miedo.
Amado Dios, ayúdame a tener discernimiento entre los falsos temores y las verdaderas preocupaciones. Mientras memorizo tu Palabra, haz que tu verdad esté viva en mi corazón para que yo pueda luchar contra el miedo y vivir por fe. En el nombre de Jesús. Amén.
Aplicación: 
Determina si tus temores son verdaderos o si son una evidencia falsa que parece real. Si tus temores son reales, préstales atención. Si son una estratagema del enemigo, lleva estos pensamientos cautivos y entrégaselos a Dios en oración.
 Micca Monda Campbell

Sobre las alas de un Águila




“Ustedes han visto lo que yo hice con los egipcios, y cómo los he traído a ustedes a donde yo estoy, como si vinieran sobre las alas de un águila”. Éxodo 19:4 (DHH) 
Entre las muchas aves que menciona la Biblia, se encuentra el águila, esta ilustración la hizo Dios por medio de Moisés al pueblo de Israel, después de haberlos librado de la esclavitud, llevándolos bajo su cuidado en todo momento mientras los sacaba de Egipto.
El águila es una de las mayores aves depredadoras, entre sus características están su tamaño, su poderoso y puntiagudo pico, su vista aguda y su fuerza para alzar en vuelo aun a presas mas pesadas que ella, a demás de ser usada como emblema de poderío y belleza.
A pesar del tiempo transcurrido desde aquellos años, y aun cuando las cosas y la forma de vida han cambiado, hay ocasiones en las que por algunos momentos nos sentimos tan agobiados por todo lo que estamos pasando, que nos llegamos a sentir en una especie de prisión, donde no encontramos la salida, y donde por mas que intentamos no podemos escapar y sin darnos cuenta nos vemos como aprisionados por las circunstancias.
Todo, absolutamente todo lo que esta escrito en la Biblia es con algún propósito, por medio de todo lo que hay ahí sentimos a Dios hablándonos de diferentes maneras, sin importar cuanto tiempo ha pasado desde que fue escrito, no cabe duda que lo hizo con la finalidad de Él mismo darnos ánimo y alguna palabra especifica para cada una de las situaciones por las que pasamos y nos toca vivir.
Hoy Dios quiere que sepas algo, muy a pesar de tu dolor y de todo lo que pudo haberte llevado a un lugar donde sufres de todo eso que tal vez solo tú y Él saben, todo lo que te mantiene preso del sufrimiento, lo que te lleva algunas veces a creer que estas solo o que nadie te comprende, todo lo que ha causado cada una de tus lágrimas, esas pequeñas pero profundas heridas que alguien ha provocado en ti, esa falta de perdón, esos fracasos que te hacen pensar que no lograrás nada, todas y cada una de las cosas que te pueden estar apresando, son cosas de las que Él quiere sacarte y llevarte a la libertad que te estas perdiendo y que como hijo suyo mereces.
Solo es necesario que pidas para ser escuchado, y permitas que Dios venga como el águila con que se ha comparado, para tomarte y llevarte en sus alas, para llevarte a un lugar seguro, para curarte en su nido y mostrarte todo lo que puedes hacer, para llevarte a lo mas alto, lejos de todo, en donde te mostrará lo que eres capaz de hacer, es ahí a su lado donde sanará tus heridas con su calor, donde sus palabras te darán la confianza para volver a intentar cuantas veces sea necesario, donde puedes darte cuenta que todos los problemas se ven tan pequeños cuando Él te lleva en sus alas y donde puedes pasar por encima de todo sabiendo que nada te puede hacer daño.
Si ya lo has intentado, y no has podido levantar el vuelo, si miras hacia tu alrededor y no hay quien pueda sacarte de ahí, prueba en las alas del águila que siempre te observa y te cuida, y encontraras el descanso y la libertad que necesitas. 
 Autora: Maite Leija